La iglesia debe renunciar los principios y normas mundanos para aceptar la verdad, y esto siempre conducirá a alguna forma del martirio. Es importante para nosotros comprender que no podemos lograr unidad por maniobras diplomáticas. El resultado sería una estructura diplomática basada en principios humanos. En vez de esto debemos abrirnos más y más a Dios.
La unidad que Él trae es la única y verdadera unidad. Toda lo demás es una construcción política y será transitoria como toda construcción de esta clase. Este es el camino más difícil, porque en las maniobras políticas, las personas mismas se ponen activos y creen que pueden lograr algo. Pero nosotros debemos esperar la llegada de Dios, y debemos ir al encuentro con Él, limpiando nuestros corazones.<3
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