Cuando los padres son demasiados complacientes o excesivamente sobreprotectores, van haciendo que el niño internalice la idea de que el mundo en general esta concebido de igual manera, y hecho con la finalidad de satisfacer sus necesidades y caprichos.
Los padres nunca deberían olvidar que están educando a alguien para vivir en el mundo , no dentro de las condiciones particulares de su ambiente familiar.
Cuando un padre no sabe que hacer con el hijo, están confesando que no tiene control sobre él mismo, y esto es definitivamente la consecuencia de haber actuado en una forma inconsistente.
Entiéndase que consistencia no es violencia, sino firmeza.
El niño nunca llego a ver al padre como una figura de decisiones inapelables , por lo tanto simplemente no cree en él.
Cuando el psicólogo, un extraño de conducta decidida, le trasmitió un mensaje contundente en el cual creyó, consideró más conveniente no exponerse a un castigo que daba por cierto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario